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jueves, 11 de diciembre de 2008

“… Quisiera presentarme. Mi nombre, o por lo menos como me llaman los médicos, es Anorexia. Mi nombre completo es Anorexia Nerviosa, pero puedes llamarme Ana. Tengo esperanzas de que lleguemos a ser grandes compañeras. En el tiempo que viene, invertiré mucho tiempo en tí y espero que tu hagas lo mismo. Siempre has escuchado a tus padres y a tus profesores hablarte sobre ti “Eres tan madura”, "inteligente” y “posees tanto potencial”. Pero ¿a dónde te ha llevado todo esto? ¡A ninguna parte! No eres perfecta, no te esfuerzas lo suficiente y pierdes tu tiempo pensando y conversando con tus amigas.Dichos actos no serán permitidos en el futuro. Tus amigas no te entienden. No son sinceras. En el pasado, cuando la inseguridad se ha apoderado de tu mente, les has preguntado “¿Estoy… gorda?” y han respondido “Oh no, claro que no”, sabías que estaban mintiendo. Sólo yo soy capaz de decirte la verdad. Y tus padres… ¡mejor no toquemos ese tema! Sabes que te aman y que se preocupan por ti, pero parte de su trabajo de padres es hacerlo.Déjame decirte un secreto. Muy en el fondo están decepcionados de ti. Su hija, la que posee tanto potencial, se ha convertido en una gorda, floja e inservible niña. Pero yo estoy a punto de cambiar todo eso. Espero mucho de ti.No se está permitido comer mucho. Comenzaras lentamente; disminuyendo la ingesta de grasas, leyendo las calorías de los envases, eliminando la comida chatarra, las frituras, etc. Por un tiempo, el ejercicio será sencillo; un poco de trote, tal vez unos cuantos abdominales y sentadillas. Nada muy serio.Quizás bajarás unos cuantos kilos, eliminaras un poco de grasa de tu estómago. Pero no pasará mucho tiempo antes de que te diga que no es suficiente. Te exigiré que disminuyas el consumo de calorías y aumentes el ejercicio. Te llevaré hasta el límite. Obedecerás porque no puedes defraudarme. Estoy comenzando a introducirme en ti. Muy pronto, estaré contigo siempre. Ahí estaré cuando te despiertes por la mañana y corras hacia la escalera.Los números se convertirán en tus aliados y tus enemigos, y rezarás por pesar siempre un poco menos que el día de ayer, que la noche anterior. Mirarás con desconfianza hacia el espejo. Rechazarás la grasa presente en tu cuerpo y sonreirás a medida que te conviertas en huesos. Estaré contigo cuando organices tu plan diario de consumo: 400 calorías, 2 horas de ejercicio. Yo soy la que decide y dicta todo, porque a este punto tus pensamientos y los míos se han convertido en uno solo. Te seguiré a lo largo del día. En el colegio cuando tu mente esté distraída te daré algo en que pensar.Cuenta las calorías del día. Es demasiado. Llenare tu cabeza con pensamientos sobre comida, calorías, kilos, peso,celulitis y cosas en las que estas a salvo pensando. Porque a estas alturas, ya estoy adentro de ti. Muy pronto no solo te diré como actuar respecto a la comida, sino respecto a todo y siempre. Sonríe y disimula. Hazles ver que estas bien. Esconde ese enorme estómago, ¡por favor! Dios, ¡¡eres una vaca enorme!! Cuando lleguen las horas de comer, yo te diré que hacer. Haré que un plato de lechuga parezca un festín digno de un rey.Aparta la comida y espárcela. Haz ver el plato como si hubiera comido realmente. Ningún pedazo, nada… si comes pierdes el control… ¿eso es lo que quieres? ¿Volver a ser la vaca que eras antes? te obligare a observar las modelos de las revistas. Sus cuerpos delgados, sus dientes blancos, ejemplos de perfección que te miran desde esas hojas de papel brillante.Te haré ver que nunca podrás ser así. Siempre serás gorda y jamás lograras llegar a ser bonita como ellas lo son. Cuando te mires en el espejo, yo distorsionare la imagen. Te presentare a la obesidad y a la vergüenza. Te veras como un luchador de sumo cuando en realidad te veras como un niño desnutrido. Pero no debes enterarte de ello, porque si lo hicieras, podrías comer y nuestra amistad llegaría a su fin. A veces te rebelarás. Con suerte, no muy seguido. Ante la más minima fibra de rebelión en tu cuerpo, te aventuraras en la cocina. Abrirás lentamente la puerta de la alacena. Tus ojos se pasearan lentamente entre la comida que tanto he intentado alejar de ti.Tus manos se moverán en la obscuridad y alcanzaran, al igual que en una pesadilla, una caja de galletas. Las tragaras mecánicamente, sin saborearlas realmente y solo pensando en el hecho de que me estas llevando la contra.Alcanzas luego otra caja y otra y otra. Tu estomago se tornara hinchado, asqueroso y redondo, pero ni siquiera así te detendrás. Y todo el tiempo te estaré gritando que pares, vaca enorme, no tienes auto control, vas a engordar. Cuando se hayan acabado, recurrirás a mí, me pedirás consejos porque la verdad es que no quieres engordar. Haz roto una regla cardinal y haz comido, y ahora me quieres de regreso. Te obligare a entrar al baño, a ponerte de rodillas, mirando dentro del excusado. Insertaras tus dedos en tu garganta y sin dejar de sentir dolor la comida por fin saldrá.Lo repetirás una y otra vez hasta que escupas sangre y agua y sepas que ya no queda mas nada. Cuando te levantes, te sentirás mareada. No te desmayes. Ponte de pie enseguida. Mereces sufrir por ser la vaca enorme que eres. Quizás elegiré otra manera para deshacerte de la culpa. Quizás te haré tomar laxantes, te sentaras en el baño hasta avanzada la madrugada, escuchando como cruje tu interior. O quizás simplemente te obligare a lastimarte a ti misma, golpearte la cabeza contra la pared hasta que consigas una jaqueca insoportable.Cortarse también sirve. Quiero ver tu sangre, verla caer por tu brazo y justo en ese segundo te darás cuenta de que cualquier dolor que yo te desee lo mereces realmente. Te sientes deprimida obsesionada, herida. Tratando de pedir ayuda pero nadie te escucha. ¿A quien le importa? Comienzas a desertar, tu misma te lo has buscado Oh, ¿acaso es difícil? ¿Quieres dejar de sentirte así? ¿Crees que soy injusta? Yo solo actúo para ayudarte. Te permito dejar de pensar en cosas que tanto te estresan.Los pensamientos de rabia, tristeza, desesperación, y soledad cesarán si yo lo quiero pues puedo llevármelos lejos y cambiarlos por el conteo de calorías. Me llevare tus deseos de encajar con los niños de tu edad, tus ganas de contentar a todo el mundo. Porque ahora, soy yo tu única amiga y la única que necesitas contentar. Tengo un punto débil pero no debemos decírselo a nadie. Si decides luchar de vuelta, recurrir a alguien para contarle como te obligo a vivir, todo se vendrá abajo. Nadie debe enterarse, nadie debe penetrar la cubierta que te he puesto encima. Yo te he creado, te he llevado a ser flaca, a tener el cuerpo de una niña. Eres mía y solo mía. Sin mi no eres nada.Así que no te resistas ni te opongas. Cuando otros comenten, ignóralos. Olvídate de ellos y de todo aquel que intente alejarte de mí. Soy tu más grande apoyo y pretendo seguir siéndolo. Sinceramente Ana"